Existen varias formas de llamarle a las propiedades recreativas, pero hay cosas que las caracterizan.

Los especialistas coinciden en que entre lo que no puede faltar en una quinta o casa campestre destacan la alberca, la palapa y el asador.

"Los materiales más recomendables son los que tienen que ver con los elementos naturales", complementa el arquitecto Jaime Tejeda.

El profesor de arquitectura en la Universidad de Monterrey destaca el ladrillo, la madera, el adobe y el sillar como algunos de los más utilizados para este tipo de construcción.

En cuanto a la vegetación, es común sembrar árboles frutales de la región, menciona Beatriz García.

Entre las plantas arbustivas favoritas destacan la bugambilia, el geranio y el lirio persa, agrega la gerente de ventas de Viveros Valle Alto.

La expansión urbana ha provocado una integración entre áreas residenciales y campestres.

"Mucha gente que compró sus quintas hace años las fue adecuando y ahora vive ahí todo el tiempo", destaca Erhard, socio director de Remax PyV.

Esto ha provocado una disparidad en el valor de los terrenos.

Para determinar el precio por metro cuadrado se toman en cuenta múltiples factores, que van desde las distancias hacia la Ciudad y hacia la Carretera.

Además, se considera la extensión del terreno, su topografía y colindancias, entre otros elementos.