Los motores diesel han estado presentes en los automóviles desde que aparecieron.
En los últimos cien años su popularidad ha sido cíclica, aumentando y disminuyendo dependiendo de las condiciones económicas y de los avances tecnológicos en dichas motorizaciones.
Rudolf Diesel, el creador de este tipo de motor, pensaba que tendría una mayor eficiencia con una mayor compresión del pistón pues las moléculas de aire y de combustible estarían más cerca unas de otras y podría quemarse más combustible.
Siguen siendo motores de cuatro tiempos, al igual que los motores de gasolina. Es decir, hay un ciclo de admisión, un ciclo de compresión, un ciclo de expansión y uno de escape. Pero lo que hace diferente a un motor diesel de uno de gasolina es la forma en cómo se producen el ciclo de compresión y expansión.
En los motores diesel, la combustión viene como una reacción de la mezcla de aire y combustible. Es una explosión producto de la compresión de la mezcla y no de una chispa como sucede en el motor de gasolina.
El diesel es un derivado del petróleo, pero uno que requiere menos refinación que la gasolina. Es un producto más económico de crear y con un mayor densidad de energía que la gasolina. Es también más viscoso, es un aceite, por lo que su manejo en muchas circunstancias es más sencillo que la gasolina, además de que se evapora menos en los tanques de almacenamiento.
Este combustible es el de preferencia para trabajos pesados. Sea este envío en camiones de transporte o de carga, enormes transatlánticos o generadores de emergencia, por su eficiencia, los motores diesel están en todas las actividades que requieren de gran potencia.
En automóviles las aplicaciones siempre han estado; más en Europa que en nuestro continente principalmente por el alto costo de los combustibles en el Viejo Mundo. Hace algunas décadas la operación de los motores a diesel no era del todo tan cómoda o agradable como la operación de los motores de gasolina.
En general los diesel de antaño eran ruidosos, lentos, tenían que calentarse y emitían gases fácilmente perceptibles y que apestaban todo a su alrededor.
Pero la tecnología ha cambiado. En las últimas décadas los motores diesel se han revolucionado; incluso quizá más que los motores a gasolina. Ahora los diesel operan con sistemas complejos de inyección de combustible, de muy alta presión y de inyección directa al cilindro. Además están disponibles con sistemas turbocargados, con turbocargadores variables, algo que salvo unas cuantas excepciones no está disponible en motores de gasolina.
Para saber...
- Aunque los motores diesel no son la solución a largo plazo, sí pueden ser una alternativa más eficiente a la de los motores de gasolina y sin sacrificar mucho el desempeño del auto. Son también motores más económicos de mantener, pues el combustible que utilizan es de menor nivel de refinamiento y aunque no necesariamente más barato por cuestión de oferta y demanda más que de producción, el rendimiento de un motor diesel es notoriamente superior al de un motor de gasolina.
- Ahora los diesel operan con sistemas complejos de inyección de combustible, de muy alta presión y de inyección directa al cilindro; además están disponibles con sistemas turbocargados, con turbocargadores variables, algo que salvo unas cuantas excepciones no está disponible en motores de gasolina.